martes, 15 de abril de 2008

Enseñanzas rosadas



Aunque no lo parezca esta Pantera ya ha superadola barrera de los cuarenta años. En 1964 al dibujante Fritz Freleng, también creador de Bugs Bunny, le encargaron elaborar una dibujo animado que ocuparía sólo dos minutos en la comedia dirigida por Blake Edwards "La Pantera Rosa". El título correspondía con el nombre del diamante que se robaba en el filme, donde actuaban cómicos de la talla de Peter Sellers en el papel del famoso Inspector Clouseau. Sus únicas directrices de trabajo eran que el personaje fuese gracioso, mudo y de color rosa. Cuando eligió a este felino de corte aristocrático inglés pero con un espíritu de los 60 el corto tuvo incluso más éxito que la propia película.

Gusto tanto entre público y crítica, entre mayores y pequeños, que fue nominado en los Oscar a "Mejor Corto de Animación", premio que al final recibió. A todo esto se sumó otra nominación como mejor tema musical, obra de Henry Mancini, todo un clásico inolvidable. Al poco tiempo el felino tuvo su propio programa y se le asignó un narrador que realizaba preguntas a la Pantera y el Inspector Clouseau pasó de ser de carne y hueso a una caricatura acompañada del sargento Dodó. Aparecieron otros nuevos compañeros como el oso hormiguero y su afanosa tarea de capturar a la hormiga, que recordaba mucho al coyote y al correcaminos. En definitiva, la Pantera Rosa y compañía hicieron y hacen todavía reír al público con su corrosivo sentido del humor.

Siempre he tenido debilidad por este personaje, no sé si es por su clase inspirada en un caballero inglés o por su espíritu sesentero y psicodélico. Lo cierto es que un humor inteligente, mezclado con los gags tradicionales del mundo de la animación, una ausencia de diálogos que potenciaban su universalidad y un aire gamberro que le distinguía frente a las creaciones de Walt Disney, Warner Bros o Hanna Barbera (salvando los picapiedra y supersónicos, ¿nadie se ha dado cuenta de que son lo mismo? jeje) han convertido a esa serie en un auténtico icono del siglo XX.

Hoy me permito el lujo de traer el caso de estos dibujos para explicar algo que debería ser una enseñanza sobre la optimización y el compromiso. Todos debemos aprender lecciones como ésta y entregarnos en todos nuestros encargos. No importa quién sea el cliente final, no importa la supuesta importancia o los contactos que nosotros creemos que tienen. Como profesionales, estamos obligados a trabajar cada proceso, producto o servicio dando todo nuestro potencial. Fritz Freleng podría haber salido del paso y colocar en la película algo distinto, algo que no hiciese sombra a su cliente (la película). Pero optó por otro camino. Decidió volcar su creatividad y brillantez en generar un producto único, lleno de vida y de matices que acabaría convirtiéndose en lo que hoy conocemos.

Cada día generamos nuestros servicios y pocas veces nos detenemos a pensar en la globalidad y durabilidad de los mismos. El pensamiento tradicional nos dicta que debemos dejar cierto "enganche" o dependencia para que el cliente nos siga contratando mas productos, sin embargo deberíamos romper con esa mentalidad.

Si nos dedicásemos a generar un producto 100%, el cliente retornaría sólo, nos produciría networking y quizá, consigamos generar "una pantera rosa".

Lucha por deslumbrar, por realizar geniales aportaciones y por dar todo en cada encargo.

Esa es la enseñanza con la que me quedo de estos dibujos animados. Pero tú puedes quedarte con otra muchas que nos ofrecían cada día, como por ejemplo descubrir que meter un dedo en el cañón de una escopeta, perseguir a una hormiga con un aspirador o atormentar a un inspector de policía, no suele traer buenos resultados.



www.rubenturienzo.com

No hay comentarios: