martes, 22 de abril de 2008

Show must go "home"


Las 19:30 y llego a casa... pienso ponerme el pijama y echarme en el sofá a ver la serie que hoy emitan en la tele. House, Anatomia de Grey, CSI, Cuestion de sexo. Luego una cena ligerita y cuando mi cuerpecito le diga a mis parpados que se acabó, me iré reptando a la cama hasta el día siguiente.

Sin embargo, lo cierto es que antes de irme a por el pijama, le doy al botón de encendido del ordenador con el fin de revisar el correo "no vaya a ser que haya llegado algo importante", luego me cambio y voy al despacho, reviso el mail, pero también los periódicos digitales, las páginas amigas, leo algunos blogs, escribo mi entrada del día siguiente... cuando me quiero dar cuenta son casi las 2:00. Hora de irse a dormir.

Reconozco que no es muy aceptable esta actitud y aunque encontraría mil fórmulas para justificarla, hoy prefiero dejar que mi "yo sensato" me tire de las orejas.

Volviendo hoy a casa escuchaba la canción de Queen "Show must go on" y en una de mis maravillosas interpretaciones artísticas en las que le cambio la letra a las canciones (cosa que me divierte muchísimo), he terminado cantando "home" mientras se me venía a la cabeza los miles de trabajadores que no son capaces de llegar a casa y desconectar. Que no pueden disfrutar de todas esas cosas que nuestros hogares nos ofrecen, estando en compañía o no, debemos aprender a relajarnos y olvidarnos del ruido diario de nuestra oficina.

El "show", entendiendo éste como diversión, debe acompañarnos a nuestra casa, disfrutar de ella, vivirla. Entrar en las habitaciones que no solemos utilizar, sentarnos en el suelo en un rincón mientras vemos la casa desde otra perspectiva. Ponernos música, escribir o dibujar en un papel, leer un libro o ver la tele, pero siendo capaces de eliminar las interferencias laborales. Eso nos dará más vida y nos dotará de energía para volver al día siguiente.

No dejes que el trabajo te acompañe a tu casa pues la factura estará en tus relaciones o simplemente en tu equilibrio interior. Nuestra casa es nuestro templo, es el lugar donde nos sentimos a gusto y donde nos creemos más seguros. No dejes que la invadan los problemas o rutinas del trabajo. Aprende a desconectar y recuerda disfrutar de las pequeñas cosas. (mientras todo el mundo recuerda la canción por el anuncio de "Rufles", me apetece acompañar esto hoy con la auténtica "Good Thing")

Pero si aun no te he convencido o piensas que ese problema que te ronda no es tan fácil de hacerlo desaparecer, te propongo algo.
Imagina tu problema y sácalo de contexto, sitúa, de camino a casa, el problema en situaciones o con personajes que nada tengan que ver con tu realidad, eso rebajará tu nivel de atención y te ayudará en el proceso de desconexión. Por ejemplo, si las ventas han caído imagina a un grupo de esquimales poniendo a dieta a las ballenas porque ultimamente comen mucho, a un pintor que como sólo tenía un bote pequeño de cada color decidió pintar una pared con el arcoiris o a los ingenieros de la NASA inventándose planetas con los plastidecor de sus hijos, para poder documentar nuevos hallazgos y encontrar financiación.

Esta técnica sirve para desdramatizar y desbloquear estructuras mentales con un toque cómico. Te servirá realmente para poder llegar a casa y ésta vez sí ponerte el pijama y echarte a ver esa serie que te gusta tanto... o para hacer más caso a tu pareja o a tus hij@s o para jugar con tu mascota o para dar conversación al extraterrestre que guardas en el cajón de los calcetines o para lo que tú quieras. Disfruta de tu casa y desconecta, te lo mereces.

www.rubenturienzo.com

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